Semana Santa: Cabo Verde (V)

20 de Abril del 2011 : Hoy es mi día expedicionario, por lo que aprovecho para desayunar bien, y me voy a coger el coche, me dan un Jimmy, una especia de todo terreno pequeño de la marca Suzuki, que lleva tracción a las cuatro ruedas.

Antes de todo voy a la recepción del Hotel para pedir el telefono del hotel y el de la policía por si pasase algo, curiosamente el del hotel me lo dan, pero el de la policia no están muy seguros si es uno u otro, pero que no me preocupe que seguro que no tengo que llamar, pruebo con otra persona y me dice lo mismo, así que me doy por vencido y cojo el coche. Lo primero que hago es llenarlo de gasolina, al parecer la costumbre aquí es darte el coche de alquiler con el 50% del deposito lleno, pero prefiero llenarlo entero por que no se que me voy a encontrar por la ruta.

Para empezar, voy a ir al «Buracone» una zona con unas piscinas naturales que están en el oeste de la isla. El trayecto para llegar no está muy indicado pero preguntando un poco llego con facilidad Hay que decir que el trayecto está bastante mal, son carreteras de tierra, así que aprovecho para divertirme un poco con el coche. Después de unos 15 minutos atravesando una especia de desierto sin nada alrededor, llego al famoso Buracone. El Buracone es un agujero al lado del mar, que por el efecto de la luz, produce una imagen azul celeste en el agua (ojo), un efecto que con la oscuridad del agujero queda curioso, ahí conozco a un chico que se llama Samba que después de enseñarme toda la zona me regala un collar, aunque seguro que luego quiere algo, aquí a diferencia de otros países, primero te ayudan en algo, y luego cuando te vas, te dicen si quieres comprar algo o lo que sea, digamos que apelan a la buena acción de la persona. Después de visitar unas piscinas naturales que están al lado del Buracone, me voy a Samba y le compro algo, la verdad es que me ha caído bien, y total, tenía que comprar algo a mis padres, así que aprovecho aquí, previo regateo claro está, ya que sino aquí puedes comprar cualquier cosa a precio de oro.

Después de aquí decido ir a la ciudad más grande de la isla, Espargos, la verdad es que tiene de todo, es una ciudad con Hospital, policía y todo tipo de servicios, así que no me llama mucho por ahora, así que paso de largo y me voy a las Salinas, por el camino me encuentro todo tipo de construcciones a medio hacer, parece como si hubiera habido una época dorada y se abandonase un día todo. Al final del trayecto, llego a las Salinas, las salinas son unas antiguas minas de sal que un Italiano compró, allí hizo unas piscinas de sal las cuales cobra 5 € y unas duchas para ducharte luego que cobra 1 €, como cuando llego hay mucha gente, decido venir luego e ir a la aventura, así que me pongo en marcha y cojo un atajo, quiero recorrer la isla por la playa con el todo terreno, por esta zona me han dicho que se pueden avistar tiburones.

El trayecto es muy divertido, con dunas y montañas, menos mal que llevo el Jimmy con tracción a las 4 ruedas por que hay zonas que sin la tradicción me abría quedado. Durante el trayecto me encuentro a personas que van pescando, curioso por que han ido andando desde donde sea, y hay que decir que llevo más de treinta minutos conduciendo. De repente me encuentro una playa que como todo el trayecto está sin nadie, la verdad es que me parece más bonita que las demás y decido bañarme, el agua está caliente así que me irá bien, por que hace mucho calor hoy.

Después de mi pequeño baño de relax, prosigo con mi viaje encontrandome todo tipo de obstáculos, la verdad es que hay momentos en que me entra el pánico por que creo que me he quedado encallado, pero el 4×4 responde aunque sea utilizando la marcha atrás. Al final me encuentro en un punto que no hay salida por los acantilados que hay, por lo que no tengo salida y debo de volver y coger otro camino, sinceramente no se si hay otro caminio por que a la vuelta no he visto nada. Así que doy marcha atrás y vuelvo sobre mis pasos, de nuevo vuelvo a parar en otra playa para hacer algunas fotos y pegarme un baño, después de casi 3 horas por zonas totalmente deshabitadas y sin encontrarme a nadie por el camino, llego de nuevo a las salinas, ahí me encuentro que han cerrado ya, increible las 5 y han cerrado, así que me voy a comer algo, por esa zona no me queda más remedio que irme a Espargos y comer algo por ahí. En Espargos pruebo la Cachupa, el plato típico de la isla, una especie de judias pequeñas con maiz que se frie y se sirve con bacon y cosas así, la verdad es que no está mal, o quizás es que tengo mucha hambre.

Después de comer, me voy a una panadería a comprarme algo tipico de la isla, es curioso, pero tienen varios postres que son interesantes pruebo uno de coco, que la verdad es que es una bomba, pero bueno, estoy de vacaciones así que no pasa nada.

Una vez saboreado el bollo de coco, voy a seguir recorriendo la isla, así que me adentro en Espargos, la verdad es que tenía mejor pinta la calle principal que el resto, me recuerda mucho a cuba, auque tengo que reconocer que nunca he estado, es uno de mis próximos viajes. Al final de Espargos me encuentro un poblado bastante marginal, sinceramente no se como será, pero prefiero proseguir por si acaso, mi idea es ir a ver los espejismos. Me adentro en una especie de desierto donde hay una carretera definida, pero en tal mal estado que prefiero ir por otros lados, que aunque no estén asfaltados son mejores, al final sin darme cuenta encuentro los espejismos famosos. Los espejismos se producen en una zona muy plana, que hace mucho calor, y que cuando miras al fondo, parece agua pero no es agua, vamos lo mismo que pasa en todas las carreteras cuando hace mucho calor, lo único que en Cabo Verde lo han montado como una atracción turística.

Después de seguir por la zona de los espejismos llego a un puto sin salida, y aunque 1 o 2 kilometros había un desvio decido volver por que se está haciendo de noche y tengo que pasar por unas zonas un tanto críticas.

Al final después de salir de Espargos e ir a unos pueblos que me encuentro por el camino, decido ir a Santa María a ver el partido del Barça-Madrid, aunque no sea muy futbolero me hacía gracia verlo aquí. Nada más llegar a la ciudad, me encuentro que todo el mundo está viendo el partido, es como un partido importantísimo para ellos, el motivo es que juega Ronaldinho y Mourhino. Cuando llego a un bar que me parece interesante me encuentro con un montón de españoles y un montón de caboverdianos viendo el partido, me parece increible que haya tanta afición y más por equipos de españa. Después de la priemra parte me doy cuenta que lo que les encanta es el futbol por que todo el mundo saltaba euforicamente tanto para el Madrid como por el Barça, la verdad es que como dijo Mandela, el deporte une mundos.

Después de ver como el Barça pierde la Copa del Rey por un gol, me voy a comer a la Setima Onda, un restaurante que se haya en la zona más exterior de Santa María, la comida ahí está bien, pero prefiero más el centro hay más gente y más movimiento. Mañana aprovecharé a ir a una pensión que se llama Relax que me ha recomendado una chica del País Vasco, al parecer es una pensión que hacen muy buena la comida, veremos que tal.

Después de cenar, estoy tan cansado que me voy al hotel, devolveré el coche mañana al día siguiente, espero que no me digan nada pero tengo que el coche lleno de arena, tanto por dentro como por fuera, la verdad es que la ruta por el desierto ha sido divertida…

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